2010ºF

¿A qué temperatura arde el espíritu humano?

"Volvemos al Paraíso, volvemos a ser pobres de espíritu e inocentes como Adán y Eva. Volvemos a respetar los designios de un poder divino. Ya no existe un bien o un mal. Todo carece de complicación y todo se ha vuelto simple y sencillo, paradisíaco, infantilmente simple.”

Yevgueni Zamiatin, “Nosotros” (1922) (adaptado)

Entre las adicciones más abyectas está la del Poder: el deseo incontenible de controlar a los demás. Este deseo no tiene límites; empieza por los cuerpos, continúa por las mentes y acaba controlando el espíritu humano; se enquista en los seres más amorales. A 2010ºF ardió en Auschwitz el espíritu humano, a 2010ºF todavía hoy, en el año 2010, siguen ardiendo los seres humanos. Deseo de Poder, en esta horrible enfermedad encuentro la génesis de todas las distopías. Las distopías que, como los cánceres, se construyen y extienden en la medida que somos incapaces de detectarlas y de destruirlas.

El estado de perfección plena, de realización acabada, no le concierne al hombre. Es la «imperfección», el no llegar nunca a alcanzar aquel estado de su fantasía y su deseo, lo que da a la vida vivida su «humanidad». Es el sabor de la aventura, el incentivo del riesgo, la incertidumbre la que condimenta el placer. El hombre subyugado puede sentirse feliz pero sólo en la medida en que lo es un autómata: porque para ellos la felicidad consiste en la satisfacción artificial de unas necesidades artificialmente creadas. El progreso no es la realización de la utopía porque las utopías sólo existen en la literatura. Las utopías en la vida se convierten en distopías, y se oponen a la soberanía individual y a la libertad.

Título: Mercado humano (colección)
Técnica: Fotografía
Localización: Madaba (Jordania), Damasco (Siria), Trípoli (Libia)
Año: 2009 - 2010