Autor

Alfonso Fernández-Manso lleva vinculado profesional y sentimentalmente más de diez años a la provincia de León. Ha desarrollado su actividad artística investigando las relaciones entre Hombre, Arte y Naturaleza, en sus dimensiones ética y estética. Sus obras han sido realizadas en múltiples soportes como la pintura, el infograbado,la fotografía,.. En la actualidad compagina su tarea creativa con la docencia universitaria.

Lo que representa lo inanimado

En la exposición no vemos más que cuerpos inertes y fotografías de estos mismos cuerpos. Reproducciones, representaciones de representaciones, ¿dobles humanos? La sala se llena de biografías extrañas y sintéticas, biografías paradójicas y ambiguas: "las vividas por seres que no han vivido". Los avatares que han sufrido estos cuerpos-objeto nos informan de su vida. Hasta ahora los maniquís se habían utilizado como soporte físico, pero ¿pueden servir como soporte del espíritu humano? Y la magia de estos "seres clonados" nos envuelve y somos nosotros los que sentimos lo que ellos nunca sintieron. Miramos, vemos, pensamos y nos conectamos extrañamente con la vida interior de estos seres inanimados.

Temperatura y fuego

El fuego es la manifestación visual de la combustión, una reacción química de oxidación rápida que es producida por la evolución de la energía en forma de luz y calor. Quizá el ser humano cobró conciencia de su superioridad cuando dominó el fuego, que ha utilizado desde entonces como una herramienta para el crimen y el castigo. En esta exposición el fuego está presente dentro de una escala graduada de temperaturas y nos sirve para componer una línea del tiempo, la implacable historia de las distopías.